C. A. Hoyos Castellanos, W. H. Herrera León, F. Treviño Montemayor, F. Aguirre Camacho
Memoria Investigaciones en Ingeniería, núm. 29 (2025). pp. 3-14
https://doi.org/10.36561/ING.29.2
ISSN 2301-1092 • ISSN (en línea) 2301-1106 – Universidad de Montevideo, Uruguay
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La mayoría estaban en el cerro de San Juan y producían la cantidad suficiente y necesaria para desarrollar las
construcciones de ambas ciudades.
El precio del viaje de arena y grava, a inicios del año 2022, fluctuaba entre los 800 y 1000 pesos, dependiendo del
proveedor principalmente, y del uso que se le iba a dar al material, ya fuera para obra gruesa (concretos y morteros
básicamente) o para acabados.
Algunos de esos bancos de materiales destinaban su producción para la venta al público en general y otros más servían
a empresas particulares para la fabricación y venta de concretos hidráulicos y asfálticos, block y otros productos
procesados.
Otros bancos pertenecían a empresas que estaban asociadas o en consorcios con constructoras de edificaciones o vías
terrestres, entre otras especialidades.
Estas explotaciones de materiales se abrieron desde hace más de 30 años. Aunque no hay alguna documentación pública
que lo demuestre, debido al contacto con el medio de la construcción podemos hacer esa afirmación.
En mayo del 2022, sorprendió el anuncio realizado por el Gobierno del Estado de Nayarit, directamente por el
Gobernador Dr. Miguel Ángel Navarro Quintero, en el sentido de que se suspendían de manera inmediata las
concesiones existentes para la explotación de los bancos de materiales que extraían gravas, arenas y jales (nombre con
el que se conoce a la arena pumítica o pumicita en la región) del denominado cerro de San Juan [1], y sólo se les
permitiría a las compañías concesionarias retirar el material que ya tuvieran procesado, aunque este último anuncio fue
realizado días después debido a la demanda de materiales para la construcción.
Las razones que se argumentaron fueron que no se podía permitir que unos cuantos particulares estuvieran acabando
con el ecosistema que representaba el cerro de San Juan, y que dicha depredación ya no sería permitida.
Esta medida fue aplaudida por algunos y rechazada por otros. Las repercusiones fueron inmediatas, entre ellas las
siguientes:
• Suspensión inmediata de obras de construcción en desarrollo realizadas por particulares, debido a la falta de
disponibilidad de los materiales básicos para las edificaciones, y por el encarecimiento de estos. El viaje de
arena o grava se incrementó en cuestión de horas de los 800 pesos originales hasta los 7,000 pesos.
• La obra pública se encareció por el incremento de los costos, generando una gran cantidad de solicitudes de
revisión de proyectos y reclamaciones.
• Se paralizó el mercado de la construcción debido a que proyectos que estaban en planes de iniciar en mayo o
junio de 2022, tuvieron que ser reprogramados por el incremento del costo de la construcción.
• Se tuvieron que buscar fuentes alternas de materiales para la construcción, incrementando los costos de los
agregados debido al costo del flete para llevarlos a las ciudades de Tepic y Xalisco. Esto incrementó también
la explotación de otros bancos de materiales.
• Debido a la suspensión súbita de obras privadas y municipales, muchos trabajadores de la construcción se
quedaron sin empleo por al menos unas semanas, mientras se niveló el problema de los precios. También el
personal de las minas vio afectado sus ingresos, ya que las compañías no podían seguir pagando los sueldos si
ya no había negocios que atender.
• Se tuvo que emplear la fuerza pública para vigilar que los bancos de materiales clausurados fueran realmente
cerrados. En la realidad, la explotación siguió durante varios días, pero la realizaban por la noche y sacaban los
materiales de manera más disimulada.
A mediano plazo, se han cambiado algunos procesos de fabricación de blocks y ladrillos, sustituyendo la arena con
otros materiales. Por ejemplo, para sustituir la arena de los blocks hechos con jal, una parte del mismo jal es molido
más fino para usarlo en sustitución de la arena, o algunas piezas de block las empezaron a fabricar con tezontle triturado.
Desgraciadamente, no hay una autoridad que vigile que las piezas fabricadas para los muros de mampostería ya sean
blocks o ladrillo rojo recocido, cumplan con lo que indican las normas y reglamentos en cuanto a sus características
como capacidad de carga, absorción de humedad, entre otras, por lo que no hay forma de asegurar que dichos elementos
podrán funcionar para realizar construcciones seguras para carga vertical o sismo.