Revista de Derecho. Año XXI (Julio 2022), 41, pp. 277-278 | ISSN: 1510-5172 (papel) - 2301-1610 (en línea)

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Victoria Martini. Apertura comercial e innovación como motores de desarrollo de Uruguay. Montevideo, Universidad de Montevideo, 2022, 88 pp.

 

Recibido: 08/05/2022 - Aceptado: 10/05/2022

 

 

El tema elegido por Victoria Martini no sólo está en el centro de la teoría (y la realidad) económica, sino que también tiene sus singularidades

En primer lugar, debe ser de los pocos sobre el que los economistas no discrepan. Con pocas excepciones (ideológicas, más que técnicas), todos coinciden en las virtudes de la apertura económica. Pero, a la vez, y ambos aspectos son desarrollados en la obra, la apertura comercial es uno de los temas más fáciles de desdibujar y de manejar en la realidad. No es sólo, como señala la autora, que los beneficios de la libertad de comercio se distribuyen difusamente en la población, sino que, además, los efectos negativos (que suelen tener) impactan de forma más concentrada (y, por ello, provocan reacciones más fuertes). Es un tema, como el de la seguridad social, en el cual es fácil despertar miedos y en el que prenden con similar facilidad, argumentos capciosos (como el citado de las infant industries y otros).

La apertura comercial basa su relevancia fundamentalmente en dos factores, a su vez esenciales a la naturaleza humana: la libertad y la realidad. Bien señala Victoria Martini que la apertura comercial es un campo esencial al desarrollo del ser humano a través del ejercicio de su libertad. Pero, además, una economía cerrada no es sólo una economía acotada en su inventiva, es también una sociedad que no vive la realidad, al menos no en toda su dimensión. Ambas carencias, la falta de libertad y de contacto con la realidad, producen efectos nefastos, como lo demostró, dramáticamente, la implosión del llamado socialismo real.

Porque la sombra que producen ambos fenómenos, falta de libertad y aislamiento, fomentan, además los peores instintos conservadores en una sociedad. La apertura comercial es también la receta para el enriquecimiento cultural de una sociedad. La autora profundiza esto en un aspecto que es vital para el desarrollo económico: la innovación. Sin contacto con la realidad y acotado en su libertad, el ser humano difícilmente alcance altos niveles de desarrollo.

Victoria Martini baja el tema de sus fundamentos teóricos a la experiencia real de nuestro país, tanto a través de su historia, como al presente, recordando cómo nos fue en las etapas (infelizmente acotadas), de mayor libertad económica relativa y en las otras (entre las cuales se cuenta el presente).

Puede sumarse a esa parte del argumento la experiencia de sectores como el agro y algunos servicios que han demostrado (el agro, notoriamente a raíz de la política desreguladora del gobierno Lacalle Herrera), una pujanza destacada.

La obra enfatiza y con razón, que para un país chico (y, añado, periférico), la falta de apertura comercial es la peor de las fórmulas.

La protección requiere mayor presencia del estado, gatillando una cadena ya muy conocida: más regulación, más burocracia, más regulación, ad infinitum, lo que redunda en mayores costos y menor eficiencia.

Y el Uruguay es hoy un país caro y relativamente ineficiente que se resiste a los cambios porque no reconoce la realidad del mundo en el que le toca vivir.

La autora analiza la experiencia del Mercosur y la realidad contemporánea en materia de comercio global. La primera, claramente no tuvo éxito. Las metas perseguidas por el gobierno Lacalle Herrera, de sacar al país del proteccionismo por el camino de una apertura inicial parcial a mercados de relativa ineficiencia, en un esquema llamado de regionalismo abierto, se estancó. Paralelamente se abrió una etapa, a nivel mundial, en la que el mecanismo de apertura multilateral, la OMC, también se estancó y dio paso a un universo de acuerdos comerciales, bi y plurilaterales, donde los países del Mercosur no entraron. Eso significa hoy, para el Uruguay, uno de sus mayores problemas: el ideal que sería una OMC pujante, no existe y en los instrumentos sustitutivos quedamos afuera.

El trabajo de Victoria Martini es, además de muy oportuno, académicamente sólido, a la vez de claro y fácilmente comprensible y sus conclusiones son indiscutibles.

Un oportuno llamado a la realidad.

 

                                                                                                              Ignacio de Posadas

Universidad de la República (Uruguay)

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