Humanidades: revista de la Universidad de Montevideo, 16, (2024): e1610. https://doi.org/10.25185/16.10   

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https://doi.org/10.25185/16.10

 

Proemio

 

Tomás de Aquino: ayer y hoy

 

Thomas Aquinas: Yesterday and Today

 

Tomás de Aquino: ontem e hoje

 

Daniel Contreras

Universidad de los Andes, Chile

danielcontrerasrios@gmail.com 

ORCID iD: https://orcid.org/0009-0004-6197-579X

 

 

Este número monográfico de la revista Humanidades está dedicado a Tomás de Aquino, con ocasión del aniversario número 750 de su muerte. A pesar de las asociaciones más bien negativas que, muchas veces injustificadamente, suelen acompañar a la Edad Media, Tomás de Aquino ha sido casi siempre reconocido, desde muy distintos frentes, como una de las figuras intelectuales más importantes, no sólo del Medioevo, sino de toda la historia del pensamiento filosófico y teológico occidental.

Nacido en Roccasecca en el año 1225, Tomás de Aquino ingresó muy joven en la recientemente fundada Orden de los Predicadores. Recibió su formación intelectual en distintos centros de formación de Europa, al alero —durante un tiempo al menos— de Alberto Magno, y en 1256 fue nombrado maestro regente de la Facultad de Teología de la Universidad de París[1]. Tras esta primera regencia en París, santo Tomás fue enviado a Italia, donde en distintos lugares ejerció su ministerio y escribió parte importante de sus obras más conocidas. Finalmente volvió a París para una segunda regencia en la Facultad de Teología, y probablemente fue este el período intelectualmente más intenso de toda su vida, en el que produjo obras filosóficas y teológicas de muy alto nivel, incluyendo gran parte de sus comentarios a Aristóteles y de la Summa theologiae. Murió, como es sabido, en 1274, camino al Segundo Concilio de Lyon, y sus restos descansaron, en un principio, en la abadía cisterciense de Fossanova, aunque muy pronto su cuerpo fue reclamado y disputado por distintos grupos interesados[2].

Como cualquiera que haya tenido acceso a ella podrá confirmarlo, la obra de Tomás de Aquino es ingente. La Comisión Leonina, fundada en 1879 bajo los auspicios del Papa León XIII para producir ediciones críticas de las obras completas de santo Tomás, sigue todavía activa, más de un siglo después de su aparición, y la verdad es que no parece que vaya a terminar sus labores relativamente pronto[3].

Después de repetidas intervenciones magisteriales, a lo largo de muchos siglos, Tomás de Aquino se ha convertido en una suerte de bastión de la ortodoxia católica[4]. Si bien esto es innegable en la actualidad, la historia no siempre fue así. Siguiendo el ejemplo de su maestro Alberto Magno, desde muy temprano en su carrera académica santo Tomás se abocó al estudio profundo y detenido de las recientemente traducidas obras de Aristóteles, junto a las de sus comentadores árabes, con el fin de asimilar lo mejor de la filosofía griega e incorporarlo críticamente a la tradición cristiana —que ya había alcanzado en esa época, por cierto, un nivel bastante elevado de especulación y reflexión. En el panorama general de los movimientos doctrinales del siglo XIII, el pensamiento de santo Tomás está lejos de constituir la vía ordinaria de especulación filosófica y teológica, situándose más bien en las periferias de lo que, en ese momento, se consideraba permisible[5].

 

Este volumen reúne tres trabajos dedicados a distintos aspectos del pensamiento filosófico de santo Tomás. El primer artículo, de Manuel Martín —titulado La doctrina tomista de la ley natural en el marco de la participación del hombre en la providencia divina— aborda el modo particular en el que, según santo Tomás, el hombre está regulado por la ley eterna. Según argumenta el autor, para santo Tomás el hombre está sometido, como toda otra creatura, a la suprema ordenación divina, pero de un modo peculiarísimo, pues está llamado, precisamente por su racionalidad, a ser providente para sí mismo y a dictarse a sí mismo la ley natural. Gracias a su entendimiento, el ser humano es capaz de tomar conciencia de sí mismo y de reconocer, además, aquellas cosas a las que está naturalmente inclinado, a fin de decidirse, libre y racionalmente, a dirigirse a ellas para alcanzar, mediante esas cosas, la plenitud que tanto anhela. Obrando así, el hombre imita, de un modo limitado, pero real, a la misma providencia divina.

 

En Definiendo lo indefinible. El método para conocer la existencia de Dios según Tomás de Aquino y el "unum" argumento de Anselmo de Canterbury, Santiago Corti explora las semejanzas y diferencias entre las vías de acceso racional a la existencia de Dios que ambos pensadores medievales desarrollaron en sus obras. Recogiendo una distinción que Tomás de Aquino introduce en Expositio super librum Boethii De Trinitate, q. 6, a. 3 entre una definición nominal y una definición real de Dios, Corti argumenta que tanto Anselmo de Canterbury como Tomás de Aquino comienzan sus respectivas demostraciones de la existencia de Dios utilizando una definición nominal de Dios, que se limita a manifestar un conocimiento general o común, y fundamentalmente negativo, acerca de lo que Dios es. Si bien ambos pensadores comienzan con una definición nominal de Dios, la gran diferencia entre sus planteamientos radica, sostiene Corti, en lo que esa definición es capaz de lograr: mientras para Tomás constituye simplemente el legítimo punto de partida de una demostración a posteriori de Dios —o de varias, para ser más precisos— para Anselmo ella ya contiene en sí la suficiente fuerza o contenido como para manifestar, por sí misma, la evidencia de la existencia de Dios.

En su artículo titulado El conocimiento de la persona en su singularidad. Una aproximación desde dos exponentes de la Escuela Tomista de Barcelona, Íñigo García investiga las particularidades del modo en el que Tomás de Aquino concibe el autoconocimiento del alma humana. Siguiendo las interpretaciones de Jaime Bofill y Francisco Canals, dos de los mayores exponentes de la así llamada Escuela Tomista de Barcelona, el autor explora las peculiaridades de los dos tipos de autoconocimiento que el alma tiene sí misma, tal como Tomás de Aquino los distingue en De veritate, q. 10, a. 8. García sostiene que el conocimiento que el alma tiene de sí misma en cuanto tiene ser —i.e., el autoconocimiento existencial, por oposición al autoconocimiento esencial— permite al ser humano reconocerse no sólo a sí mismo, sino que también le posibilita el acceso cognoscitivo a la singularidad de otras personas, mediante una suerte de presencia inmediata y dinámica, a la que el autor da el nombre de 'biografía'.

Estos tres artículos ponen de relieve, cada uno a su manera, la actualidad innegable del pensamiento de Tomás de Aquino. Separados ya por más de 700 años, el rigor y la perspicacia de su obra filosófica y teológica no han perdido nada de su vigor original, siendo capaces aun hoy día de mostrar al lector contemporáneo caminos siempre nuevos de iluminación y penetración en los temas centrales de toda genuina reflexión filosófica y teológica: Dios, el hombre y el mundo. Esperamos que la lectura de estos artículos sirva de ocasión provechosa para profundizar en la obra de uno de los autores más importantes de la Edad Media y de la ya larga historia del pensamiento occidental.

 

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Contreras, Daniel. “Proemio”. Humanidades: revista de la Universidad de Montevideo, nº 16, (2024):
e1610.
https://doi.org/10.25185/16.10   

 



[1] Los datos biográficos de Tomás de Aquino están debidamente reunidos y presentados en la ya clásica biografía de Jean-Pierre Torrell, Initiation à saint Thomas d'Aquin. Sa personne et son œuvre, Paris, Les Éditions du Cerf, 2015; hay una cronología sumaria bastante útil en las páginas 421-424. Para conocer los distintos estadios del programa de formación intelectual de la Universidad de París, en la Facultad de Artes y la Facultad de Teología, ver Palémon Glorieux, "L'enseignement au Moyen Âge. Techniques et méthodes en usage à la Faculté de Théologie de Paris au XIIIe siècle", Archives d'histoire doctrinale et littéraire du Moyen Age, vol. 35, 1968, pp. 65-186; Bernardo Bazán, “Les questions disputées, principalement dans les facultés de théologie”, en Bernardo Bazán & John Wippel, & Gérard Fransen & Danielle Jacquart (eds.), Les questions disputées et les questions quodlibétiques dans les facultés de théologie, de droit et de médecine, Turnhout, Brepols, 1985 [vol. 44-45 of Typologie des Sources du Moyen-Âge Occidental], pp. 13-149; y Olga Weijers, A Scholar's Paradise. Teaching and Debating in Medieval Paris, Turnhout, Brepols, 2015 [vol. 2 de Studies on the Faculty of Arts. History and Influence]. Para una presentación prudente y actualizada acerca del alcance de la relación intelectual entre Alberto Magno y Tomás de Aquino, ver Paul Hellmeier, Anima et intellectus. Albertus Magnus und Thomas von Aquin über Seele und Intellekt des Menschen, Münster, Aschendorff Verlag, 2011 [vol. 75 de Beiträge zur Geschichte der Philosophie und Theologie des Mittelalters], pp. 11-43.

[2] Poco tiempo después de su muerte, los miembros de la Facultad de Artes de la Universidad de París dirigieron una carta, con fecha 02 de mayo de 1274, al capítulo general de los dominicos reunidos en Lyon, solicitándoles que por favor les enviaron sus huesos para que fueran enterrados en París, el lugar más adecuado para recordar "la memoria de tan gran clérigo, tan gran padre, tan gran doctor" [ad tanti clerici, tanti patris, tanti doctoris memoriam]. Ver M.-H. Laurent (ed.), Fontes vitae s. Thomae Aquinatis, Saint Maximin, Revue Thomiste, 1937 [parte de Documents inédits publiés par la «Revue Thomiste»] Fasciculus vi, pp. 583-586; aquí p. 585. Para una historia pormenorizada de los eventos relacionados con el cuerpo de santo Tomás tras su muerte, ver Marika Räsänen, Thomas Aquinas's Relics as Focus for Conflict and Cult in the Late Middle Ages. The Restless Corpse, Amsterdam, Amsterdam University Press, 2017.

[3] Para una visión panorámica de la labor realizada por la Comisión Leonina, y de las tareas pendientes, ver Concetta Luna, "L'édition léonine de saint Thomas d'Aquin: vers une méthode de critique et d'ecdotique", Revue des Sciences philosophiques et théologiques, vol. 89, 2005, pp. 31-110.

[4] Los distintos testimonios y documentos magisteriales están reunidos y comentados en Santiago Ramírez, De auctoritate doctrinali s. Thomae Aquinatis, Salamanca, Apartado 17, 1952.

[5] No mucho tiempo después de la muerte de santo Tomás, se desató una agitada disputa entre los maestros de teología acerca de la ortodoxia de algunas tesis tomistas. Conocida es la discusión, por ejemplo, acerca del supuesto alcance de la condena de 1277 a algunas tesis sostenidas por santo Tomás. Para esto es provechoso consultar Robert Wielockx, "Autour du procès de Thomas d'Aquin", en Albert Zimmermann (ed.), Thomas von Aquin. Werk und Wirkung im Licht neuerer Forschungen, Berlin, Walter de Gruyter, 1988 [vol. 19 de Miscellanea Mediaevalia], pp. 413-438; John Wippel, "Bishop Stephen Tempier and Thomas Aquinas: A Separate Process Against Aquinas?", Freiburger Zeitschrift für Philosophie und Theologie, vol. 44, 1997, pp. 117-136; y en respuesta a este último, Robert Wielockx, "A Separate Process Against Aquinas. A Response to John F. Wippel", en Jacqueline Hamesse (ed.), Roma, magistra mundo. Itineraria culturae medievalis. Mélanges offerts au Père L. E. Boyle à l'occasion de son 75e anniversaire, Louvain-la-Neuve, Brepols, 1998 [vol. 10 de Textes et Études du Moyen Âge], pp. 1009-1030. Acerca del así llamado debate de los correctoria, consultar Pierre Mandonnet, "Premiers travaux de polémique thomiste", Revue de Sciences philosophiques et theólogiques, vol. 7, 1913, pp. 46-70; Franz Ehrle, "Der Kampf um die Lehre des hl. Thomas von Aquin in den ersten fünfzig Jahren nach seinem Tode", Zeitschrift für katholische Theologie, vol. 37, 1913, pp. 266-318; Palémon Glorieux, "La littérature des correctoires: simples notes", Revue Thomiste, vol. 33, 1928, pp. 69-96; Palémon Glorieux, "Les correctoires. Essaie de mise au point", Recherches de théologie ancienne et médiévale, vol. 14, 1947, pp. 287-305; Ludwig Hödl, "Geistesgeschichtliche und literarkritische Erhebungen zum Korrektorienstreit (1277-1287)", Recherches de théologie ancienne et médiévale, vol. 33, 1966, pp. 81-114; Palémon Glorieux, "Pro et contra Thomam. Un survol de cinquante années", en Theodor Köhler (ed.), Sapientiae procerum amore. Mélanges Médiévistes offerts à Dom Jean-Pierre Müller O.S.B. à l'occasion de son 70ème anniversaire, Roma, Editrice Anselmiana, 1974 [vo. 63 de Studia Anselmiana], pp. 255-287; y más recientemente Mark Jordan, "The Controversy of the Correctoria and the Limits of Metaphysics", Speculum, vol. 57, 1982, pp. 292-314. Para una visión más panorámica de la recepción del pensamiento de santo Tomás, ver Matthew Levering & Marcus Plested (eds.), The Oxford Handbook of the Reception of Aquinas, Oxford, Oxford University Press, 2021.