doi: https://doi.org/10.25185/2.12

 

Magdalena Broquetas,
La trama autoritaria: derechas y violencia en Uruguay
(1958-1966).

Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 2014, 280 pp.
ISBN 978-99-741-0880-6.

 

 

Recibido: 10/2/2017

Aceptado: 13/2/2017

 

Este libro de la historiadora uruguaya Magdalena Broquetas es el producto de su tesis doctoral –dirigida por Patricia Funes y Ana Frega– defendida en la Universidad Nacional de La Plata ante un tribunal de excelencia académica regional y con idoneidad reconocida en la materia de evaluación, integrado por Gerardo Caetano, Ernesto Bohoslavsky y Patricia Flier.

Su autora como bien explica, en su introducción, se propuso llenar un vacío historiográfico uruguayo sobre movimientos y actores sociales «invisibilizados»: los de derechas en la década de los sesenta, en un campo académico centrado en el estudio de la izquierda. Objetivo satisfactoriamente alcanzado y constituyendo a La trama autoritaria: Derechas y violencia en Uruguay (1958-1966) en una referencia obligada en la materia. El conjunto de las fuentes primarias es rico, variado y original, incluye abundante prensa periódica, folletos propagandísticos, debates parlamentarios, actas del Poder Ejecutivo, documentación producida por la inteligencia policial de Montevideo (Servicio de Inteligencia y Enlace), la diplomacia estadounidense y las memorias editas y documentación desclasificada de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana en el Uruguay.

En el primer capítulo, «Las derechas uruguayas y su historia en el siglo XX», define teóricamente su objeto de investigación y la metodología. Su intención es identificar a actores sociales derechistas, su composición social, «sus programas y proyectos así como sus vínculos con el orden establecido y sus referencias más allá de las fronteras nacionales» (30). Parte de considerar que en Uruguay prima socialmente la idea de una derecha débil en comparación con países vecinos, y asimilada a las estructuras partidarias. Por ello el valor de su investigación es revelar cómo las derechas no son monolíticas sino que más bien abarcan un amplio abanico de posturas y formas para encauzar «la reacción» –definición teórica central de su trabajo– de lo que perciben como factores amenazantes. Broquetas en este primer capítulo historiza las reacciones de las derechas durante la primera mitad del siglo XX en el Uruguay, logrando un exhaustivo estado de la cuestión sobre la temática. Primero aborda la reacción anti-batllista y la constitución de una «derecha democrática», posteriormente narra cómo influenció la cultura política trasnacional de los fascismos en el país y la consecuente aparición de grupos derechistas anti-liberales, de escasa repercusión social y política. En esta cronología histórica se detiene en el análisis del movimiento ruralista en los años cuarenta. Un hecho significativo que remarca es cómo influyó la Segunda Guerra Mundial en la retórica de las derechas liberal-conservadoras uruguayas, autoproclamadas «demócratas» frente a los totalitarismos, posición ideológica que se mantuvo en la primera década de la Guerra Fría. Finaliza su relato con la llegada al poder en 1958 del ruralismo aliado al herrerismo, presentados como una reacción antisindical y anticomunista.

En el segundo capítulo, «Uruguay ante la llegada de los años sesenta y el recrudecimiento de la Guerra Fría en América Latina», aborda el contexto histórico del país entre los años 1958 y 1966 en interacción con el escenario internacional. América Latina, especialmente a partir de la revolución cubana, adquirió para los Estados Unidos un nuevo protagonismo, su política exterior propagó un «anticomunismo militante», en sus modalidades abiertas como encubiertas. Broquetas describe las primeras manifestaciones de la crisis económica, las posiciones e ideas de los políticos de los gobiernos colegiados blancos sobre cómo afrontarla y resolverla. La imposibilidad de hacerle frente potenció la radicalización y profundización de las movilizaciones estudiantiles y sindicales, que no se limitaban a sus problemas sectoriales sino que aspiraban a resolver la «crisis nacional», y cómo esto repercutió en cambios en el mapa partidario de las izquierdas, sus liderazgos y la aparición de las primeras organizaciones armadas. Las derechas no fueron pasivas a los acontecimientos, el anticomunismo furibundo se constituyó en el leitmotiv aglutinante. La autora demuestra cómo los gobiernos blancos estrecharon relaciones con los Estados Unidos, una prueba de ello fue el contacto frecuente entre Benito Nardone y Howard Hunt, jefe de la base montevideana de la cia en Uruguay. Asimismo narra vínculos entre la cia y grupos derechistas locales. En este capítulo son muy valiosos los análisis de los informes de la diplomacia e inteligencia norteamericana sobre la política uruguaya y sus perspectivas en el mediano plazo. También describe los planes de contrainsurgencia desplegados en territorio oriental y su trabajo de asistencia a las Fuerzas Armadas y a la policía. Asimismo, no menor, fue la influencia estadounidense en propaganda y en propuestas de acciones jurídicas para la salvaguardia de la «seguridad nacional».

En el tercer capítulo, «Demócratas en un mundo bipolar», Broquetas analiza los grupos derechistas, autodefinidos «demócratas», que emergieron entre 1958 y 1962 al margen de los partidos políticos tradicionales. La autora los clasifica de derecha moderada o conservadora, ya que coincidían en el anticomunismo, en el anti-totalitarismo y en la matriz liberal-conservadora. Broquetas describe sus programas, ideas, discursos y acciones, para ello utiliza especialmente la documentación obtenida del Servicio de Inteligencia y Enlace de la Policía de Montevideo, además de folletos y prensa de la época. Un apartado lo dedica a la relación de estos grupos con la violencia, caracterizada de «latente». También reconstruye los vínculos de estas derechas con organizaciones supra-nacionales e integradas al bloque occidental y capitalista. Muchos de estos grupos tuvieron una corta vida o perdieron capacidad de movilización. Una excepción fue OPRADE, Organización de Padres Demócratas, cuya principal misión fue la vigilancia ideológica en el ámbito de la enseñanza.

En el cuarto capítulo, «Del conservadurismo a la reacción golpista: un modelo militarista», el foco es la Legión Artiguista, entre 1961 y 1964, grupo de derecha radical con un perfil militarista. Broquetas aborda sus ideas, acciones y propuestas, y a la vez marca las diferencias con los grupos demócratas estudiados en el capítulo anterior, y cómo fue transitando de la defensa de la democracia a la ruptura institucional. Es interesante cómo la historiadora revela vínculos tejidos con grupos empresariales y con figuras de renombre en localidades del interior. Muestra cómo el fallido intento de golpe de Estado de Vanguardia Tricolor –organización integrada por militantes de la Legión– en enero de 1964 es indicativo de las limitaciones y la ausencia de simpatías masivas en relación a un plan de esta naturaleza. Es interesante el dato de que la diplomacia norteamericana, en esta época, no era partidaria de un golpe de Estado en el Uruguay y sí de una reforma constitucional para reforzar el Ejecutivo unipersonal.

El quinto capítulo, «La extrema derecha nacionalista», es de los capítulos más logrados del libro. La autora estudia la emergencia de las derechas anti-liberales, definidas por los servicios de inteligencia como «extremas». Grupos autodefinidos de nacionalistas que se desligaban del mote de derechistas, que rechazaban el orden establecido y proponían una transformación del sistema, con una retórica revolucionaria, anticapitalista, antisemita, antiimperialista, simpatizantes y ejecutores de acciones violentas. La autora analiza sus publicaciones, rastrea sus referentes ideológicos, por ejemplo, el caso del encumbramiento de la figura de José Antonio Primo de Rivera. No sólo se limita al abordaje de sus ideas, sus diagnósticos del presente, sus propuestas y los medios de cooptación de militantes, sino que además reconstruye los vínculos y redes con derechas trasnacionales, por ejemplo, con Tacuara en la Argentina.

El sexto capítulo, «Las derechas en el gobierno», es construido fundamentalmente con las Actas del Consejo Nacional de Gobierno (1958-1966) analizándose las ideas y los proyectos de los consejeros relativos a cómo afrontar legalmente el creciente conflicto social. Broquetas como hace a lo largo de todo el libro conecta la política local a la dinámica trasnacional de la Guerra Fría. Concluye que los actores políticos «hicieron suyos planteos y demandas cercanos a los intereses de los movimientos demócratas que habían desplegado su acción en el periodo anterior» (229) Aunque también aborda similitudes y diferencias con los grupos derechistas extremos. A lo largo del libro la autora conecta e interrelaciona a los diferentes grupos presentados, mostrando la complejidad analítica de su objeto de estudio siguiendo la hipótesis de que en periodos de crisis las derechas extremas y moderadas tienden a aunar proyectos.

En el séptimo y último capítulo, «Puntos de encuentro», intenta re-construir vínculos entre organizaciones y militantes, algunos del ruralismo, con los servicios de inteligencia policial y militar local y estadounidense. La autora adelanta al lector que los resultados de estas «bandas» violentas son preliminares, ya que la documentación es marginal y aislada. Si bien no logra cubrir sus objetivos con la exhaustividad que caracteriza las otras partes del libro es innegable que las pruebas ofrecidas son muy sugestivas, y el valor cualitativo de las fuentes justifican su divulgación científica.

Un libro académico bien escrito, que llena un vacío historiográfico sobre las derechas en el Uruguay, en especial como remarca Broquetas en una década que es vista como un paréntesis entre ese Uruguay excepcional y democrático –«país modelo»– y la ruptura institucional de los setenta, o un periodo abordado por ser la antesala de 1973 y no en sí mismo. El abordaje es documentado y la relevancia de los resultados deja en manos del lector un libro que amerita ser leído y divulgado. Asimismo con un valor incalculable por la proyección del tema más allá de las fronteras nacionales, logrando constituirse también en un objeto de referencia trasnacional para comprender el resurgimiento de las derechas en los sesenta.

 

Dra. Carolina Cerrano

Universidad de Montevideo / ANII

ccerrano@um.edu.uy